5/22/2011

"El mito de Lamia"

Pintura: Herbert James Draper
Lamia (en griego, Λάμια) que significa gran tiburón, Aristófanes aseguraba que Lamia provenía de laimós una palabra griega que designaba el “esófago” o “glotón” y con el cual hacía referencia a la costumbre de estos seres en devorar niños.
Según el historiador griego Duris de Samos, Lamia era una reina de Libia a la que Zeus amó, hija de Poseidón o Belo y Libia . Hera, celosa, la transformó en un monstruo y mató a sus hijos (o, en otras versiones, mató a sus hijos y fue la pena lo que la transformó en monstruo). Lamia fue condenada a no poder cerrar sus ojos, de modo que estuviera siempre obsesionada con la imagen de sus hijos muertos. Zeus le otorgó el don de poder extraerse los ojos para así descansar, y volver a ponérselos luego. Lamia sentía envidia de las otras madres y devoraba a sus hijos. Tenía el cuerpo de una serpiente y los pechos y la cabeza de una mujer que silbaba  para seducir a los viajeros y después devorarlos. Asimismo, se comenzó a identificar a las Lamias con mujeres vampiros, brujas, súcubos, incluso con la mítica Lilith o cualquier otro monstruo maligno.
El poeta romántico inglés John Keats dedicó a este personaje un poema narrativo largo, que da nombre al libro Lamia y otros poemas. Se inspiró en La novia de Corinto, una historia que aparece en la Anatomía de la melancolía de Robert Burton, quien a su vez la tomó de la Vida de Apolonio de Tiana de Filóstrato (4. 25). Según cuenta Filóstrato, Menipo, un joven aprendiz de filósofo, se dejó seducir por una misteriosa mujer extranjera que lo abordó cuando caminaba por las afueras de Corinto. La mujer insistió en que se casaran, y a la boda acudió el sabio Apolonio, quien tras observar detenidamente a Menipo declaró "tú, al que las mujeres persiguen, abrazas a una serpiente, y ella a ti". La novia, en efecto, era una lamia o Empusa, y aunque al principio negaba su condición, acabó confesando que había seducido a Menipo para devorarlo y beber su sangre, pues la de los jóvenes como él es pura y rebosa vigor.

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